“Promocionar” la cultura maya sin los mayas . Por Lorena Aguilar

Lorena Aguilar, nos envia para su publicacion en este blog, una interesante reflexion sobre la situacion de los artesanos mayas de Chichen Itzá Yucatán. ( Puede verse la referencia en :http://www.kaosenlared.net/noticia.php?id_noticia=42977

( Con imagen de Luis Boffil, La Jornada, Agosto de 2007.)

Han pasado ya más de tres meses de que el Castillo de Kukulkán, principal estructura de la zona arqueológicade Chichén-itza, fue nombrado una de las “siete nuevas maravillas del mundo”;el Gobierno del Estado de Yucatán realizó una intensa y millonaria campaña para lograr dicho objetivo.
Durante la campaña promocional se habló de la proyección que tendría la cultura maya a nivel internacional, sin embargo, a poco más de tres meses de haberse obtenido el tan deseado reconocimiento se ha demostrado que a las autoridades yucatecas poco le importan los mayas y su cultura.
Esto se puede percibir en las intensiones de las autoridades de desalojar a un grupo de aproximadamente 800 artesanos mayas de la zona arqueológica de Chichén, bajo el pretexto de la mala imagen que se proyecta al turista, y amparándose en una ley, que las propias autoridades no cumplen,pretenden separar de sus fuentes de trabajo a estos individuos.
Cabe mencionar que aproximadamente 5000 personas dependen del trabajo de estos artesanos y por otra parte el Gobierno mexicano y en especial el yucateco han sido incapaces de generar las fuentes de empleo necesarias para cubrir las necesidades mínimas de la población y ahora pretende eliminar una de las pocas que existen.
Son diversos los aspectos de este intento de desalojo los que resultan por demás indignantes; el primero de ellos es que el principal motivo de hacer desaparecer a estos artesanos es el de beneficiar a los grandes empresarios que lucran con el patrimonio de los mexicanos, ya que estos trabajadores, al no tener intermediarios, venden al público sus productos a un precio mucho más barato del que se puede obtener en las tiendas y negocios que operan en la zona arqueológica, cabe mencionar que la calidad de los productos es la misma.
Por otra parte también es indignante la forma como pretenden ser desalojados, haciendo un uso excesivo de la fuerza pública, ya desde estos días, los artesanos han sufrido el acoso de policías que rodean la zona arqueológica y que además impiden que accedan a la zona para poder vender los productos que ellos mismos fabrican. Además de las constantes amenazas y el hostigamiento que han sufrido por parte de las autoridades locales.
Los artesanos mayas también han expresado los malos tratos, racistas y discriminatorios que han recibido por parte del director de Chichén-itza, el arqueólogo Eduardo Pérez de Heredia, español naturalizado mexicano, quien según expresan los mismos vendedores ha llegado a llamarlos “cerdos”, esto sin que nadie haga nada al respecto.
Esto que esta sucediendo con los artesanos mayas de la zona de Chichén-Itza es sólo una pequeña muestra del desprecio que se tiene en México hacia todo lo referente con los pueblos indígenas, ya que han sido muchas las agresiones que han sufrido no solo los mayas, si no casi todos las etnias que componen la nación mexicana, desde racismo, discriminación hasta el despojo de su único patrimonio que son las tierras ejidales.
Para la clase política los diversos grupos indígenas del país solamente importan en cuanto al uso que pueda hacerse de ellos en discursos de campañas electorales, o bien como una fuente de ingresos de recursos al país por medio del turismo, es decir, no son más que una mercancía que les hace producir ganancias, fuera de ahí, viven en el olvido.
Resulta por demás absurda la manera como se pretende “promocionar” una cultura haciendo a un lado a los miembros reales de ella, y lo pongo entrecomillado porque una cultura no es un producto susceptible a la compra y venta.
Desde el momento en que se inició la campaña para hacer del Castillo de Kukulkán una “maravilla del mundo” se hizo evidente que el único interés que movía al Gobierno de Yucatán, ese entonces del PAN y ahora del PRI, eran las grandes sumas de dinero que se generaría con el turismo internacional, ya que para el nacional y para los propios yucatecos cada vez es más difícil pagar los altos precios que se cobran en las zonas arqueológicas.
Actualmente los artesanos mayas que han sido amenazados con el desalojo han iniciado una serie de movilizaciones y han empezado a organizarse para impedir que una vez más sean agredidos por las autoridades yucatecas, han recurrido a diversas instancias del gobierno federal y organismos de derechos humanos para solicitar asesorías y apoyos pero hasta el día de hoy han sido ignorados.
Ahora estos trabajadores se encuentran dispuestos a negociar con la gobernadora Ivonne Ortega con el fin de conservar sus fuentes de trabajo, sin embargo, es el propio gobierno quien les ha cerrado las puertas y les ha cortado los canales de dialogo,la única salida que les esta dejando el gobierno es la resistencia y la defensa de sus derechos a cualquier costo.